Perspectivas de Mercado

Moncef Attia, Director Ejecutivo, Banca de Inversión Global - Energía, Estados Unidos, y Rolf Schmitz, Director Ejecutivo, Banca Corporativa - Energía, Estados Unidos, analizan la inversión de capital en el sector energético de América Latina y cómo Scotiabank puede ayudar a sus clientes a navegar por los diversos mercados, de Norteamérica a Sudamérica.

El dinámico mercado de la energía en las Américas

Cuando se trata de inversión de capital en el sector de la energía en las Américas, los procesos de movilización son clave. Esto se aplica no solo a los procesos físicos de transporte de crudo y gas natural por oleoductos, sino también a los procesos de movilización transfronteriza de capitales y especialistas que son decisivos para productores, inversionistas y otras partes interesadas del sector energético. Para analizar la importancia de la interconexión entre los diversos mercados desde Norteamérica hasta Sudamérica, conversamos con dos directivos de Scotiabank, Moncef Attia, Director Ejecutivo, Banca de Inversión Global – Energía, Estados Unidos, y Rolf Schmitz, Director Ejecutivo, Banca Corporativa – Energía, Estados Unidos, acerca de la importancia de contar con especialistas y recursos globales en el terreno para la provisión de servicios corporativos y de banca de inversión a todos los participantes del sector energético.

Vincular el capital a los recursos

América Latina se ha convertido en una prioridad creciente para inversionistas institucionales de mercados de capitales importantes, como Estados Unidos y Canadá. En particular, los activos relacionados con el sector y la infraestructura de energía han surgido como inversiones atractivas para inversionistas privados o fondos de pensiones que buscan ganancias a largo plazo gestionadas en función del riesgo. Para Attia, se trata de una ecuación relativamente simple: América Latina posee recursos naturales considerables, pero las empresas que operan en la región, incluidas las llamadas medianas y nuevas dedicadas a exploración y producción, suelen recurrir a la banca de inversión y a inversionistas institucionales para financiar sus proyectos e infraestructura necesarios.

Al mismo tiempo, los inversionistas institucionales de economías desarrolladas andan en busca de inversiones en energía que les ofrezcan un sólido potencial de rendimiento a largo plazo fuera de sus mercados nacionales relativamente saturados. Existe un grupo selecto de operaciones latinoamericanas que, pese a ser calificadas de posiciones en mercados emergentes, ofrecen a estos inversionistas institucionales oportunidades que a menudo son compatibles con sus modelos de riesgo.

“México es miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Asimismo, Colombia está siendo vista como un mercado con condiciones muy favorables para la inversión, al igual que Perú y Chile”, señala Attia. “En un contexto de mercados emergentes, invertir en muchos países de América Latina ofrece un balance entre riesgo y recompensa muy ventajoso, porque el riesgo en la actualidad es relativamente bajo. En Colombia, ha habido intangibilidad de contratos desde que yo tengo memoria y hemos sido testigos de la implementación de muchas políticas propicias para la inversión a nivel de toda la región.”

El papel clave del socio bancario

En el establecimiento del vínculo entre los recursos energéticos latinoamericanos y el capital de inversión, el banco de inversión junto con los recursos, la red de contactos y los conocimientos especializados que aporta pasan a tener un papel decisivo. Schmitz subraya que el grado de interconexión de un socio bancario determinado es un componente cada vez más importante en la función de asumir una transacción desde su

origen hasta el financiamiento y a la vez asesorar a los clientes sobre la estructura y la divisa de la operación, la actividad de fusiones y adquisiciones, las regulaciones nacionales y regionales y otros aspectos de vital importancia. Según precisa, este papel adquiere aún más relevancia debido al uso intensivo de capital que caracteriza a los proyectos de energía y a los conocimientos especializados que suelen requerirse para una inversión exitosa en este sector.

La dinámica del mercado de la energía ha llevado a la formación de varios centros globales de especialización financiera y técnica a nivel mundial, desde los grandes centros de capitales como Nueva York, hasta los mercados latinoamericanos donde se encuentran estos recursos energéticos, pasando por ciudades clave como Houston (Texas), que se ha establecido como un centro de excelencia en el sector de energía debido a la combinación de una larga trayectoria en la industria, su proximidad geográfica a los centros tanto de capitales como de recursos energéticos y otros factores. Un socio bancario eficaz necesita tener recursos disponibles en todos estos centros de mercado clave, señala Schmitz.

“Cuando hablamos de América Latina o la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), existen obviamente rasgos muy distintivos propios de cada país”, agrega. “Cada país posee un conjunto muy particular de recursos y un marco político y regulatorio que rige la monetización de estos recursos. Si observamos el sector de la energía en el contexto de estos países, es necesario tener conocimientos muy detallados sobre cómo este sector funciona en cada uno de ellos.”

Scotiabank: un banco auténticamente global con especialización en energía

El hecho de que tanto Attia como Schmitz estén localizados en Houston es de por sí un reflejo de la forma como Scotiabank enfoca la banca de inversión global: contar con especialistas en inversión en los centros interconectados que son fundamentales para el sector energético mundial. Houston es también el lugar de ubicación del “equipo técnico” de Scotiabank: un grupo cuidadosamente seleccionado de ingenieros y geólogos calificados procedentes de todo el mundo que brinda al Banco un nivel de especialización inmejorable que a su vez se traduce en valor agregado tanto para las empresas de energía como para los inversionistas institucionales. Estos especialistas técnicos y en inversión se encuentran ubicados estratégicamente entre las operaciones del Banco en Nueva York y América Latina. En estos dos últimos mercados, la historia de Scotiabank se remonta a hace más de 100 años.

“El hecho de que tengamos presencia en el terreno nos permite comprender y apreciar los matices de las regulaciones y el contexto económico en América Latina”, sostiene Attia. “A ello se suma el hecho de que el petróleo y el gas, y los productos básicos en general, forman parte del ADN de Scotiabank y considero que esta dualidad realmente nos permite adoptar esa visión a largo plazo y ser un socio seguro para nuestros clientes.”

 

Para obtener más información sobre la especialización global en energía de Scotiabank, ponte en contacto con:

Moncef Attia
Director Ejecutivo, Banca de Inversión Global - Energía, Estados Unidos

Teléfono: 713-759-3488

Rolf Schmitz
Director Ejecutivo, Banca Corporativa - Energía, Estados Unidos

Teléfono: 832-426-6033

Douglas Reynolds
Jefe, Banca de Inversión Global - Energía, EEUU

Teléfono: 713-437-5063