Perspectivas de Mercado

A medida que la pandemia va retrocediendo gradualmente en muchas partes del mundo, Scotiabank está demostrando cómo su conectividad entre las naciones latinoamericanas de la Alianza del Pacífico ha ayudado a clientes a enfocarse nuevamente en su crecimiento. De hecho, el banco canadiense está redefiniendo el futuro de la conectividad, de modo que clientes corporativos, comerciales e institucionales estén en buena posición para aprovechar el enorme potencial de la región a largo plazo.

“Aunque la pandemia está teniendo un impacto grave en América Latina, hemos visto una gran resiliencia en los países de la Alianza del Pacífico, donde los gobiernos respondieron rápidamente aplicando controles de salud pública y medidas económicas, y las empresas se adaptaron bien a las condiciones”, indica Robert Williams, Vicepresidente Sénior, Banca Corporativa y Comercial Internacional de Scotiabank.

Se refiere al bloque de la Alianza del Pacífico integrado por Chile, Colombia, México y Perú, que se formó en 2011 para impulsar la integración entre estas naciones de alto potencial de crecimiento económico. "Y la estrategia de conectividad de Scotiabank establecida hace ya mucho tiempo está ayudando a los clientes a resurgir en medio de proyecciones de crecimiento que son prometedoras".

Si bien pocos dudarían de que los países de la Alianza del Pacífico se recuperarán de la crisis pandémica en algún momento, la velocidad de esta recuperación económica podría sorprender a más de uno. Con una población combinada de 225 millones y un PIB regional de C$2.7 billones1 antes de la pandemia, las cuatro naciones representan el 50% del volumen comercial del continente2 y el 38% de la inversión extranjera directa3. Estos factores, junto con la rápida intervención de las autoridades de Chile, Colombia y Perú para introducir controles de salud pública, ayuda económica y ajustes en la política monetaria y cambiaria, han ayudado a acelerar la reactivación económica entre las naciones de la Alianza del Pacífico.

El área de Estudios Económicos de Scotiabank prevé un crecimiento del PIB del 6% en Chile para 20214, frente al -6% de 2020, toda una hazaña si tomamos en cuenta que en 2019 el país andino sufrió un fuerte estallido social, para luego enfrentarse en 2020 a la pandemia y ahora a la reforma constitucional que se avecina. “Este repunte se explica por los sólidos fundamentos de estos países”, precisa Williams. “Al momento de entrar en la pandemia, su relación deuda-PIB era sana, lo que les dio capacidad de maniobra para acceder a más deuda y ofrecer programas de apoyo cruciales a personas y empresas. Chile ha tenido un gran éxito en la distribución de las vacunas y su banco central controló cuidadosamente las tasas de interés para crear un clima de inversión sólido”.

Se han publicado proyecciones de crecimiento similares para Perú, con un crecimiento del PIB del 8.7% para 20215; Colombia, con un crecimiento del PIB del 5.0% para 20216, y México, con un crecimiento del PIB del 4.9% para 20217.

“Nuestra perspectiva refleja el potencial de crecimiento subyacente de la región, tanto en términos de sus sólidos cimientos económicos como de las tendencias actuales que la posicionan para una buena recuperación, en la que podrá beneficiarse del aumento de los precios de las materias primas y la reactivación del comercio con Estados Unidos y Asia, además de considerables oportunidades de desarrollo de infraestructuras”, explica Williams. “Esta región está adquiriendo una tremenda tracción, a medida que las economías emergen de la pandemia”.

Las empresas de la Alianza del Pacífico vuelven a enfocarse en el crecimiento

Si bien reconoce que Scotiabank experimentó una lógica caída en su cartera de transacciones durante el pico de la pandemia, Williams señala que el Banco ahora se está acercando a los niveles comerciales que tenía antes del COVID-19, ya que los clientes están buscando una gama de nuevas soluciones de financiamiento, desde préstamos corporativos, pasando por fusiones y adquisiciones, hasta deuda local o internacional y capital accionario.

“Hemos visto cómo las empresas se adaptaron rápidamente a la pandemia, ya sea mediante la digitalización o buscando formas alternativas de distribuir sus productos”, describe Williams. “Aunque algunos sectores económicos se ven más afectados que otros, a varios les ha ido bien, incluidos los de energía y servicios públicos, con una demanda creciente de desarrollo de energía verde y empresas de tecnología que invierten en granjas de servidores más grandes para respaldar la demanda de trabajo remoto. Las industrias de petróleo, gas y minería también se adaptaron y reabrieron rápidamente, lo que les permitió beneficiarse de la mejora de los precios de las materias primas”.

Williams aplaude a las empresas más resilientes de la región, entre ellas las multinacionales con grado de inversión y empresas multilatinas que se han diversificado en los países de la Alianza del Pacífico, realizando actividades de gestión del pasivo, ajustando sus balances y amortizando la deuda existente, lo cual les dio la fuerza necesaria para acceder a nuevo financiamiento y luchar por reanudar su crecimiento a principios de 2021.

“Estas empresas se han beneficiado de nuestra conectividad única en toda la Alianza del Pacífico”, señala Williams, aludiendo a la larga trayectoria de Scotiabank en América Latina, que incluye una gama completa de asesoría local y transfronteriza y ofertas de productos para clientes corporativos, comerciales e institucionales. “Se dan cuenta de que conocemos bien su empresa y su estrategia en su país de origen, y podemos conectarlos con nuestro equipo de banca mayorista en su país de destino, para obtener soluciones completas y holísticas. Y, a través de su profunda relación con el Banco, les brindamos confiabilidad y coherencia en nuestras propuestas, estructuras y plazos en cada mercado”.

Los intereses de clientes apoyados por conexiones sin fronteras

Varias transacciones recientes demuestran las capacidades transfronterizas únicas de Scotiabank, entre ellas la operación de emisión de bonos y el crédito bancario para EnfraGen por US$1,760 millones, en la que Scotiabank se desempeñó como coordinador global, bookrunner conjunto y estructurador principal conjunto para este productor de energía independiente con operaciones en varios países latinoamericanos. De hecho, la transacción fue catalogada como el negocio del año del sector eléctrico en América Latina por Project Finance International (PFI), que elogió la primera ronda de emisión de bonos por U$710 millones y el préstamo bancario a cinco años de US$725 millones de la siguiente manera: “el tamaño y la complejidad de esta operación, la diversidad geográfica y los dos mercados de ejecución hicieron de este el mejor negocio de financiamiento de energía de la región en 20208”.

Scotiabank también se destacó por la solución integral de asesoría que brindó cuando Cubico Sustainable Investments, líder e inversionista global en energía renovable, ingresó al mercado de líneas de transmisión en Colombia a través de la creación de Caoba Inversiones. Actuando como banco estructurador, bookrunner conjunto, concertador financiero, proveedor de cobertura único, agente cambiario, administrador único, agente de garantías, agente fiduciario e intermediario entre acreedores,  Scotiabank respaldó esta transacción de US$340 millones de tres tramos y en múltiples divisas, que fue el primer financiamiento estructurado para una cartera de líneas de transmisión en Colombia, y la compra del 49% de Caoba Inversiones por parte de Cubico al desarrollador de energía Celsia Colombia. Scotiabank cumplió con los complejos requisitos de financiamiento flexible y soluciones específicas de cobertura y divisas que exigía el patrocinador, gracias a su capacidad para conectar a todas las partes involucradas en la transacción dentro de Norteamérica, Sudamérica y Europa.

Construyendo el futuro de la conectividad

A pesar de las proyecciones optimistas para la Alianza del Pacífico, Scotiabank se niega a contar solo con el impulso actual. Por el contrario, el Banco ahora está centrado en transformar la forma en que ofrece su conectividad transfronteriza a los clientes.

“Durante la última década recorrimos un largo camino, de ser vistos principalmente como una simple entidad de crédito pasamos a ser reconocidos como una plataforma integral de banca mayorista que puede ofrecer múltiples productos en todo el espectro bancario y conectar a los clientes con nuestra gente sobre el terreno en todos los países de la Alianza del Pacífico, las Américas y más allá”, explica Williams. “Ahora, estamos trabajando en la evolución de esta conectividad, con servicios transaccionales digitales (cash management) entre fronteras, para brindar a los clientes un mayor nivel de acceso, conocimiento y eficiencia”.

Scotiabank está invirtiendo en tecnología con el fin de introducir servicios digitales de pagos y administración de efectivo para los clientes de la Alianza del Pacífico, con un mismo y óptimo acceso en línea, funcionalidad y experiencia del usuario en todos los mercados. Paralelamente y durante los próximos años, la iniciativa Conectado de Scotiabank transformará digitalmente el ciclo de vida del cliente de principio a fin, desde la identificación de necesidades y la vinculación hasta la adjudicación de créditos, la tramitación de productos y el monitoreo continuo. El programa está transformando las capacidades de captura de datos, pasando de sistemas aislados y centrados en productos a un modelo centrado en el cliente. La plataforma Conectado actúa como el puente que conecta los sistemas preexistentes y consolida toda la información del cliente en una única fuente, para un acceso y un servicio más fluidos.

“En el área de servicios comerciales y financieros, todos reconocemos que, si el servicio no se vuelve digital en los próximos años, nuestra capacidad de crecimiento quedará muy limitada”, comenta Williams. “Nuestros clientes buscan tener más acceso a sus datos financieros y a herramientas que los ayuden a operar de manera más eficiente y productiva. De esa manera, pueden dedicar más tiempo a tareas estratégicas de alto valor, en lugar de pasar horas conciliando cuentas en varios bancos o países en los que operan”.

Por ejemplo, imaginemos que el equipo de tesorería de una multinacional con sede en Colombia pueda consolidar fácilmente toda la información de sus transacciones y cuentas de sus subsidiarias en Perú y México a través de una plataforma multidivisas con un inicio único de sesión, que permite hacer la conciliación instantánea de las cuentas para el balance y tener datos oportunos para la toma de decisiones empresariales.

“Al invertir en el futuro de la conectividad, estaremos brindando a nuestros clientes de banca mayorista la forma más eficiente de ver su bienestar financiero general y seremos su banco preferido porque ofrecemos la mejor experiencia digital y los datos estratégicos que necesitan de manera rápida y precisa”, señala Williams.

Reflexionando sobre la conectividad actual y futura de Scotiabank, Williams señala que: “Nuestra conectividad única ha demostrado ser fundamental para los clientes de la Alianza del Pacífico, en tiempos de incertidumbre o crecimiento, porque hemos podido ofrecer soluciones estables, predecibles e integrales a través de las fronteras. Ahora, continuamos nuestro avance para ofrecer una conectividad digital perfecta que les ayude a detectar y aprovechar las oportunidades que se les presentan”.

Para obtener más información sobre las soluciones y oportunidades de banca mayorista de Scotiabank Latinoamérica, comuníquese con:

Robert Williams

Gerente General de Costa Rica y Vicepresidente Sénior para Centroamérica 

Teléfono: 416-863-7232